Caperucita Loba es un personaje imaginario, el nacimiento de un arquetipo interno que se crea como un intento de rescate de si mismo, de su camino del héroe.
Representa una dualidad, un estado que se afirma luz y sombra en la misma proporción. En el marco de un lenguaje que se compone de símbolos, todo en él es abstracción poética. Fuera de él, todo es pobre información.
Todos somos Caperucita, todos somos el Lobo, viviendo en la franca confesión de la necesidad que tienen uno por el otro. Desencantada de cuentos que siguen sembrando miedo y distancia, elijo la poesía como una propuesta ó como un exorcismo.
“Nací hace casi cuatro décadas y crecí en una tierra muy caliente que casi me incendia por dentro. Desde una edad temprana descubrí en la poesía la medicina para curar quemaduras de todos los grados. Me gusta la poesía franca, que se entiende y que es de todos, hecha con las mismas palabras que usamos para comprar el pan. He aprendido a rodearme de mujeres luminosas, desde la abuela hasta la cocinera. Trato sólo con hombres valientes. El otro día me conté un cuento: Caperucita se quitó la capa para cobijar al lobo. Pienso que toda mujer debe vivir en paz con su cuerpo y sacudir las alas. Hace algunos años parí tres soles y con ello nació la madre. A mí misma me sigo pariendo todos los días.”